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Tutorial: Aprender el «¡Deja!»

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Aprender el «Tu dejas! » es algo primordial, te hemos preparado un pequeño tutorial. Los perros suelen ser atraídos por los desechos, como los pañuelos sucios, los cadáveres de animales poco apetitosos o las heces de otros animales. En ocasiones, pueden incluso encontrarse con sustancias peligrosas para ellos.

Ante estos comportamientos, que nos parecen inapropiados, incluso asquerosos, tendemos a querer mantener el control. Así que nuestra primera reacción es tratar de hacer que nuestro perro suelte estos desechos, para apresurarse a deshacerse de ellos o alejarse. Sin embargo, a nuestros perros les encantan estos desechos. Y tienen una necesidad incompresible de olerlos, incluso probarlos o jugar con ellos. La solución es, por tanto, encontrar un equilibrio entre nuestra repulsión y su atracción por estos objetos, es decir, pedirles que se alejen con moderación, especialmente cuando se trata de sustancias peligrosas para el perro, y no cada vez, porque tendería, por el contrario, a tentarlos más.

Consejos útiles

Aquí hay algunas ideas para enseñarle a tu perro el comando «deja». Pueden ser útiles en caso de necesidad real (sustancias u objetos peligrosos, etc…)

  • Utilizar una voz interrogativa: «¿lo dejas?» De hecho, el signo de interrogación da una entonación más agradable para el perro, menos agresiva y sin orden estricto. Por lo tanto, le pedimos a nuestro perro que realice algunas cosas con respeto.
  • No decir: «¡NO!» Demasiado vago y demasiado firme, será más difícil después de felicitarlo cuando él se suelte.

Sin embargo, el «lo dejas» de una voz simpática, puede muy rápidamente transformarse en un «eso es bueno».

¿Por qué?

¿Te preguntas por qué usar fórmulas de cortesía con tu perro? Es sobre todo un aprendizaje del respeto. ¿Quieres que tu perro obedezca las reglas de la sociedad humana? No se lo impongamos sin tener en cuenta su especie. No conoce nuestras reglas, por tanto hay que enseñarle.

Usar una entonación correcta por un lado facilitará el deseo de aprendizaje del perro (solicitud amistosa = obediencia en la alegría) y, por otro lado, te servirá a ti. De hecho, es mucho más agradable conseguir lo que quieres sin gritar, ¿no?

Trabajo previo

Inicialmente, use el «deja» en todas las circunstancias donde el perro no iba a estar interesado en el objeto.

El interés de este ejercicio es su facilidad. Ciertamente el perro iba a dejar el objeto pase lo que pase, ¡pero justamente! En un contexto normal, donde encuentra un súper tesoro (un caca de gato…sí, para él es un tesoro), vamos a correr hacia él y gritarle, para que lo escupa inmediatamente, y no tendrá ganas de soltarlo… ¿Por qué lo haría? Todo lo que recordará es ser gritado por una razón aún desconocida para él. No hay aprendizaje real.

Ahora bien, si se gestiona el entorno y se le da la orden «lo dejas» delante de un trozo de papel (cuidado con algunos perros que se mueren por ello) o un objeto que no le interesa mucho, sabemos que lo olerá y luego seguirá su camino. Se puede darle la orden «te vas» y felicitarlo por alejarse o por apartar la mirada.

Aumenta así su índice de éxito, ¡y es la clave del éxito! Cuanto más se le felicite al perro por una orden exitosa, más le apetecerá repetirla y seguir en esa dirección.

¿No es mejor pasar el tiempo felicitándolo que castigándolo? Para ti y para él, aprender una nueva orden se convierte en un placer. Obedecer = Placer

En acción

Si sientes que tu perro va a coger un objeto indeseable, puedes tomarlo por el collar o empujarle el hocico en otra dirección, diciéndole «te vas», para guiarlo hacia otra cosa. No dudes en utilizar una recompensa para compensar la pérdida de este «tesoro», motivarlo a no volver…etc

Le enseñarás que «¿te vas?» no es igual a perder algo codiciado, sino a ganar otra cosa mucho mejor. Dependiendo de los perros, se utilizará el juguete, la golosina, la voz… pero siempre algo positivo. «Te vas» = ¡Ganado! Usa recompensas fuertes para compensar su decisión de dejar un objeto. Y juggle entre diferentes compensaciones, en función del valor del «tesoro» que se le pide dejar. En efecto, cuanto más alto sea el valor del objeto que desea, más complicado será dejarlo para otra cosa. Por lo tanto, la recompensa debe ser de igual valor o incluso superior.

Explicaciones

Por qué intercambiar, y no simplemente, cuando se dispone a coger un objeto indeseable, tomarlo, castigarlo, gritar etc…? Bueno ya, como hemos dicho anteriormente, es mejor para ti no romper tu voz al gritar demasiado y a menudo contra tu perro y cansarte de enfadarte. Pero también hay que saber que prohibir a un perro demasiado a menudo tomar el mismo tipo de objeto puede tener el efecto contrario al deseado.

Ejemplo: Cada vez que él agarra o juega con un pañuelo de papel, yo lo saco, porque es sucio o peligroso. Cuando lo llevo a la correa, incluso termino por anticipar su reacción a la vista de un pañuelo en el suelo y lo tira hacia mí o le impide llegar a su altura. ¿Qué va a pasar? Si controlas a tu perro y anticipas su acción, puedes ser llevado a sacarlo cuando simplemente iba a oler ese pañuelo. La consecuencia es que la próxima vez que vea un pañuelo antes que tu, seguro  que se precipitará sobre él para atraparlo. Del mismo modo, tan pronto como te acerques a él para quitárselo, se lo tragará entero. Porque así estará seguro de que no se lo llevarán.

Conclusión

En conclusión, enseñar a un perro a dejar un objeto debe ser utilizado correctamente. Es bueno, a veces, poder dejarle vivir un poco su vida. Se le puede pedir que deje algo cuando sea necesario. Pero permitir que tome o se interese en un objeto no peligroso también puede tener algo bueno. ¡Así, tendrás un perro feliz!

Si te cuesta en general que tu perro te respete, ¡este artículo debería ayudarte!

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