¿Te apasionan los animales y adoras tanto a los gatos como a los conejos? ¿Pero no estás seguro de si te haría feliz tener a estas dos criaturas peludas viviendo bajo el mismo techo? Entonces te enfrentas a un dilema… ¡y con razón! ¿Es posible que gatos y conejos vivan juntos y en qué condiciones? Aquí tienes nuestros consejos para garantizar el bienestar de ambos.
A primera vista, mucha gente podría pensar que los gatos y los conejos no están hechos para convivir. Al fin y al cabo, es cierto, los gatos son depredadores. Tienen fama de solitarios e independientes. Los conejos, en cambio, son animales gregarios y sociables, pero también pueden ser frágiles y presa fácil de los carnívoros…
Y, sin embargo, vamos a tranquilizarle enseguida: ¡sí, es posible! Conejos y gatos pueden vivir bajo el mismo techo. Incluso pueden llevarse muy bien y desarrollar una estrecha relación.
Como en cualquier convivencia entre especies, lo más importante es asegurarse de que se respetan las necesidades de cada animal, para que la cohabitación se desarrolle lo mejor posible. Por supuesto, hay que tomar algunas precauciones y seguir algunos consejos para que la convivencia entre gatos y conejos sea un éxito: ¡siga la guía!
Cada mascota tiene su propia personalidad. Como dueño responsable de una mascota, estás en buena posición para saberlo. He aquí algunas medidas que puede tomar para ayudar a que su conejo y su gato convivan juntos. Pero recuerde, siga también sus instintos. Si conoces a tu mascota, sabrás interpretar su comportamiento.
Al igual que cuando se prepara el terreno para un encuentro entre perro y gato, el primer reflejo es cortar las garras de su felino. De este modo se evita tener que afrontar una herida grave en caso de ataque, sobre todo porque es poco probable que su conejo pueda defenderse eficazmente. Asegúrese de recortar sólo el exceso para no herir a su gato.
Para ir paso a paso y permitir que cada animal encuentre su sitio, le recomendamos que deje a su conejo en una jaula. De este modo, el gato podrá acercarse a él a su antojo, sin verse obligado a hacerlo, y tomarse el tiempo que necesite para domesticar a este extraño. Tu conejo, mientras tanto, estará a salvo de cualquier peligro.
Vigila de cerca a ambos animales, nunca fuerces la interacción y no dudes en limitar la duración de este primer acercamiento si crees que está causando demasiado estrés a uno de los dos individuos.
Tras repetir el paso anterior tantas veces como creas necesario, puedes organizar un primer encuentro real. Deja salir al conejo de su jaula cuando se sienta preparado.
Deja que tu gato y tu conejo se acerquen, se olisqueen o se toquen, para que puedan conocerse mejor. Tenga a mano un pulverizador de agua. Esto te permitirá separar a los dos animales si tu gato empieza a mostrar signos de agresividad.
Si las cosas van bien, puedes repetir la operación con bastante rapidez y convertirla en algo habitual. Nunca deje a su mascota desatendida durante estos primeros intercambios, aunque hayan ido bien las primeras veces.
Si las cosas no van tan bien, no insista y separe al conejo y al gato durante un tiempo antes de repetir la operación.
Puede ser difícil saber qué esperar a primera vista cuando se trata de la relación entre gato y conejo. Dependerá en parte del temperamento de su conejo y en parte del de su gato, por supuesto.
Una buena convivencia puede ir desde la ignorancia total entre las dos criaturas (lo cual no es malo si cada una se las arregla para llevar su propia vida tranquila), hasta un entendimiento más cordial, incluso amistoso (que podría incluir juegos o momentos de mimos entre los dos animales).
La situación que debe evitar absolutamente es aquella en la que su gato persiga constantemente a su conejo o lo persiga a él. Aunque lo único que haga sea extender la pata hacia el conejo, sin arañarlo, este comportamiento no puede ser tolerado a largo plazo por el conejo, que entonces se pondrá nervioso (y puede desarrollar problemas relacionados con la ansiedad). Este comportamiento puede sugerir que el gato ha adoptado una postura depredadora e intenta convertir a su conejo en presa.
Como hemos visto, estos son los principales errores que debes evitar si quieres una convivencia armoniosa entre gato y conejo:
no precipite el encuentro, no fuerce el contacto;
dale tiempo a cada miembro de la casa para que se adapte;
No altere los hábitos del gato (territorio, horarios de comida, etc.) en beneficio del conejo;
vigilar siempre los intercambios entre las dos especies animales para evitar cualquier conflicto o prevenir riesgos.
Es de sentido común, pero el principal consejo es asegurarse de que ambos animales puedan satisfacer todas sus necesidades. Para ello, asegúrate de que cada uno dispone de :
una zona en la que se sientan seguros;
espacio suficiente;
tiempo en libertad gestionado de forma segura;
comida y agua fresca en cantidades adecuadas
un lugar donde hacer sus necesidades;
estimulación intelectual y física
cuidados y una buena higiene general.
También te aconsejamos que favorezcas este tipo de cohabitación cuando los dos animales son bastante jóvenes, ya que entonces sus hábitos son más maleables. Pero si una de tus mascotas es mayor, no es imposible. En ese caso, puede que necesites un poco más de paciencia y tiempo para que las cosas vayan bien.
Hablando de tiempo, recuerde reservar un rato especial para cada una de sus mascotas por separado. Cada animal estará mucho mejor si tiene la cantidad adecuada de interacción y contacto con usted, porque usted sigue siendo el principal punto de referencia emocional de sus mascotas en el hogar.
Con todos estos consejos, esperamos que le resulte fácil preparar el terreno para una futura convivencia entre su gato y su conejo. No dude en consultar todos nuestros otros consejos para los gatos, sino también nuestros consejos para los NAC.